
Según un estudio de la empresa Otto Walter, los trabajadores suspenden a sus jefes en el 42% de los casos.
APD Zona Norte recogió los resultados de las más de 4.000 encuestas realizadas por empleados de grandes y medianas empresas españolas. Un total de 4.312 trabajadores evaluaron a 712 jefes, de los que, según sus respuestas, el 42 por ciento "no está a la altura de su puesto".
Por el contrario, los jefes, que también se autoevaluaron, se sobrevaloraron en el 59 por ciento de las ocasiones. Según el presidente de la firma Otto Walter y director de este estudio, Paco Muro, "ha quedado patente la confusión de tantos mandos directivos en cuestión de liderazgo", puesto que, según dijo, "algunos se ocupan de ser jefes sólo cuando hay que tratar algo de importancia, descuidando todo lo demás".
La mayoría de los encuestados señaló como peor aspecto de los jefes el escaso reconocimiento a su labor profesional. En este sentido, el 40 por ciento de los empleados no se siente valorado en su empresa.
Otro de los aspectos criticados en los jefes es el alto nivel de estrés y la "falta de tacto", y la encuesta refleja que el 44 por ciento de los jefes "no controla sus prontos y se descontrola dando más voces de lo debido".
Por otro lado, dos de cada tres jefes "no son capaces de cambiar fácilmente de opinión cuando se les presentan otras alternativas", según indicaron los encuestados. Además, el 45 por ciento "no tolera bien que los demás se equivoquen".
El trabajo en equipo es otra de las "asignaturas pendientes" de los directivos ya que, según este estudio, sólo el 29 por ciento de los jefes lo fomenta.
Asimismo, el 59,7 por ciento de los encuestados afirmó que contrataría a su propio jefe si fueran ellos los que tuvieran una empresa y necesitaran un buen mando en algún departamento. Por último, sólo uno de cada cuatro empleados "se arriesgaría" a cambiar de jefe en vez de seguir con el actual.
Otro de los aspectos criticados en los jefes es el alto nivel de estrés y la "falta de tacto", y la encuesta refleja que el 44 por ciento de los jefes "no controla sus prontos y se descontrola dando más voces de lo debido".
Por otro lado, dos de cada tres jefes "no son capaces de cambiar fácilmente de opinión cuando se les presentan otras alternativas", según indicaron los encuestados. Además, el 45 por ciento "no tolera bien que los demás se equivoquen".
El trabajo en equipo es otra de las "asignaturas pendientes" de los directivos ya que, según este estudio, sólo el 29 por ciento de los jefes lo fomenta.
Asimismo, el 59,7 por ciento de los encuestados afirmó que contrataría a su propio jefe si fueran ellos los que tuvieran una empresa y necesitaran un buen mando en algún departamento. Por último, sólo uno de cada cuatro empleados "se arriesgaría" a cambiar de jefe en vez de seguir con el actual.

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